Aunque no sea un tipo de moto con una gran oferta, sí que hay algunos modelos que tienen en lo retro su razón de ser principal. Asimismo, hacer un guiño a lo antiguo no tiene por qué suponer prescindir de la tecnología más actual. Ahí van unos cuantos ejemplos de motos de este tipo que podemos encontrar en el mercado. ## Royal Enfield La reina en esto de hacer motos como las de antes. Es más, toda su oferta encajaría perfectamente en este reportaje. Todas sus motos tienen, de hecho, el mismo motor y unas características muy parecidas. Aunque cada una tiene su propia personalidad diferenciada, todas comparten un motor de un solo cilindro refrigerador por aire, que tanto en la estética como en su entrega de potencia imita a los de antaño. Rinde 28 tranquilos caballos y tiene una caja de cambio de cinco velocidades. Lo único que evidencia el paso del tiempo en estas bonitas motos indias es la inyección electrónica. Los precios varían según el modelo, pero siempre rondan los cinco mil euros. Tan retro son las Royal Enfield actuales, que, en el fondo, son exactamente igual que las motos que fabricaba la marca hace más de cincuenta años.
Triumph
Tiene en su catálogo algunas de las motos retro más populares. Básicamente son tres las grandes familias que responden a este tipo de estética: Bonneville, que es la más clásica en el sentido tradicional; Scrambler, igualmente clásica pero con un toque offroad; y, finalmente, Thruxton, lo más parecido a las Cafe Racer originales. En este caso, el motor que comparten es un bicilíndrico en paralelo refrigerado por aire. Su potencia es de unos 68 caballos y también dispone de caja de cambios con cinco velocidades e inyección electrónica. Cada versión tiene su precio, pero a grosso modo podemos decir que todas van de los ocho mil euros a los nueve mil y pico.
Kawasaki
La marca de Akashi se apuntó al carro de lo retro hace relativamente poco. Fue cuando presentó la W800, de la que actualmente existen también versiones especiales. El acierto de Kawasaki ha sido conjugar un tacto de motor antiguo con una prestaciones muy aprovechables en cualquier circunstancia. Con 48 caballos, el suyo es un bicilíndrico en paralelo muy divertido de conducir, muy auténtico, y con una estética casi idéntica a los motores de hace muchos años. El precio de la versión estándar es también de unos ocho mil, siendo las versiones especiales un poco más caras (W800 SE y W800 Cafe Style).
Honda
La marca más grande del mundo no quiere renunciar a nada, y está en todos los frentes. Así pues, la batalla por lo retro no podía dejarse de lado, y Honda dice la suya básicamente con dos motos. Una, la VT750 S, es la más accesible y popular, y estéticamente está entre una moto antigua y una custom convencional. Sus 44 caballos son un buen reclamo para todo tipo de conductores, con experiencia o no, y a la vez una manera de asegurar una conducción suave y tranquila. En este caso vemos un motor V-twin refrigerador por líquido. En promoción sale por unos 7 mil euros.
Por otro lado, no nos podemos olvidar de la nueva CB1100. Con un concepto que bebe mucho de la antigua CB750 Four, esta naked ofrece unas prestaciones considerables y un estilo que sin duda seducirá a los clientes más nostálgicos. En su caso ya se recurre a un motor de cuatro cilindros en línea refrigerado por aire. Su gran cilindrada y sus muchas posibilidades la encarecen un poco comparado con todas las vistas hasta aquí. Sale por unos 12 mil euros.
Moto Guzzi
Otras motos de obligada consideración para los amantes de lo retro son las V7 de Moto Guzzi. Varias son las versiones y los acabados, aunque todas ellas siguen rigurosamente la quintaesencia más clásica de la marca italiana. Sea en plan deportivo o en plan vintage, las V7 son las motos más retro de todo el grupo Piaggio (con permiso de las Vespa, aunque sean scooters). Aquí vemos un motor de dos cilindros en V refrigerado por aire y colocado en sentido transversal a la marcha, la configuración más clásica de Moto Guzzi. Su potencia ronda los 48 caballos, justo en el límite para el carné A2. La versión más cara de las V7 es la Race, que ya supera los diez mil euros. Las otras dos salen por menos, concretamente por unos ocho mil (V7 Stone) y por unos ocho mil ochocientos (V7 Special).
Harley-Davidson
Aunque son de sobras conocidas por todo el mundo, también es verdad que son motos que miran constantemente al pasado. Vale que una custom es una custom, pero esto no quita que ciertas versiones se inspiren más que otras en modas ya pasadas. El hecho de que la marca americana apostara recientemente por las pinturas Metal Flake, que con su brillo intentan viajar hasta la California de los 70, es una prueba irrefutable. Pese a todo, cualquier Harley-Davidson puede ser considerada también como una moto retro. Quizá no tenga mucho sentido hablar de precios, pues de la más económica a la más cara puede haber hasta veinte mil euros de diferencia.
