En el corazón de Bottrop, Alemania, un nombre resuena con la fuerza de un trueno: Brabus. Esta legendaria casa de tuning ha forjado su reputación llevando al extremo modelos de Mercedes-Benz.

Su última creación, basada en el impresionante Mercedes-AMG GT 63 S E Performance, se ha bautizado como Brabus 1000. El modelo de Mercedes ya es un vehículo de alto rendimiento. Con 816 CV de potencia y 1.420 Nm de par, sus cifras de aceleración, de 0 a 100 km/h en solo 2,8 segundos, ya lo sitúan en el territorio de los superdeportivos. Sin embargo, Brabus eleva esta base a un nivel estratosférico, propulsando el vehículo a una velocidad de 0 a 100 km/h en apenas 2,6 segundos.

El coche base monta el sofisticado sistema de propulsión híbrido de Mercedes-AMG, que combina un motor V8 biturbo AMG de 4.0 litros fabricado a mano con un motor eléctrico síncrono y una batería de alto rendimiento AMG desarrollada en Affalterbach y aprovechando la tecnología de la Fórmula 1.

El Brabus 1000 incorpora un motor Brabus V8 biturbo de 4.5 litros, cuya cilindrada ha sido aumentada y optimizada para trabajar en perfecta armonía con un sistema de propulsión eléctrica de alta potencia.

El resultado es una potencia combinada del sistema de 1.000 CV con un par que alcanza hasta 1.820 Nm, aunque está limitado electrónicamente a 1.620 Nm para salvaguardar la integridad del tren motriz. Esta limitación no es un capricho, sino una decisión de ingeniería que subraya las inmensas fuerzas en juego; implica que el sistema es capaz de generar aún más par, pero hacerlo pondría en riesgo componentes vitales como la transmisión o los diferenciales.

Las cifras de rendimiento puro del Brabus 1000 son escalofriantes. Acelera de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos, con una velocidad máxima limitada electrónicamente a 318 km/h y es capaz de alcanzar los 300 km/h en solo 21 segundos.

Brabus 1000: más ligero y potente

El exterior del Brabus 1000 es una declaración visual de agresividad. Su concepto de fibra de carbono expuesta es una característica con un propósito estético y también funcional.

El uso generoso de este material ligero en componentes como las cubiertas de los espejos, los accesorios de diseño detrás de los pasos de rueda delanteros y el difusor trasero no es meramente cosmético: es fundamental para reducir el peso y mejorar el rendimiento aerodinámico del vehículo.

Las modificaciones como el alerón trasero de nuevo diseño están pensadas para la estabilidad a alta velocidad, y la carrocería del vehículo se ha rebajado 20 mm gracias a unos muelles deportivos ajustables en altura, lo que contribuye a su postura más baja y agresiva, así como a una dinámica de conducción mejorada. El sistema de escape cuádruple de acero inoxidable de 76 mm no solo añade una presencia visual imponente, sino que también proporciona una banda sonora gutural que coincide con su rendimiento.

Un elemento distintivo que identifica instantáneamente al Brabus 1000 son sus ruedas forjadas de alta gama Brabus Monoblock Z de 22/21 pulgadas. Estas llantas de 10 radios, fabricadas con mecanizado CNC y tecnología de forja ligera se combinan con neumáticos Continental o Hankook, en tamaños 305/30 ZR 21 (delante) y 335/25 ZR 22 (detrás).

Al abrir las puertas del Brabus 1000 encontramos una cabina tapizada en la más fina piel negra, contrastada con la microfibra Dinamica negra en el techo.

Los asientos y los paneles interiores de las puertas presentan el icónico patrón "Shell" de Brabus, un diseño acolchado que también se extiende a las alfombrillas personalizadas y al revestimiento del maletero.

Los toques distintivos de Brabus se encuentran por todo el interior, incluyendo los logotipos de Brabus en los reposacabezas y el volante, y la estratégica integración de acentos de fibra de carbono, particularmente en la consola central. Esto se combina con acentos rojos dentro de la cabina.

Esta exclusividad, recordemos que no se trata de un coche de producción masiva, y las prestaciones de alto nivel tienen un coste. El Brabus 1000 tiene un precio que parte de los 445.900 euros, cifra bastante superior al precio de un Mercedes-AMG GT 63 S E Performance, que se puede adquirir desde 260.000 euros.