..) son los factores principales a tener en cuenta. Para paliar sus efectos se aplican medidas desde el Ministerio del Interior, a través de la DGT, que pretenden aumentar la seguridad tanto en carreteras secundarias y convencionales como en autopistas, así como campañas de fuerte carga emocional para concienciar a la sociedad de los peligros de una conducción temeraria.
Tipos de accidentes de tráfico
Son muchas las variables que definen un accidente de tráfico, pero se puede establecer una clasificación atendiendo a diversos factores. Por un lado, los accidentes que tienen lugar dentro de la ciudad son conocidos como accidentes urbanos. En estos, la concentración de accidentes mortales es reducida. En cambio, los accidentes interurbanos son aquellos acaecidos en autopistas, vías rápidas y carreteras convencionales. Entre estos últimos los más comunes (y letales) son los producidos por salidas de vía y colisiones frontales. Obviamente, el riesgo en este tipo de accidentes es mayor debido a que los vehículos involucrados en accidentes de autopista circulan a una mayor velocidad que en las zonas urbanas. Por otro lado, también hay que diferenciar entre aquellos accidentes con un solo afectado (vuelcos o choques debidos a despistes del conductor, las malas condiciones de la carretera, etc.) y los accidentes múltiples, que involucran a dos o más vehículos (colisiones de todo tipo, atropellos, etc.). Además, los daños pueden ser de tipo material (si las personas implicadas resultan ilesas) o personal. En cuanto al modo en que se produce el incidente, puede tratarse de un choque (cuando el vehículo colisiona contra un elemento fijo), una colisión (entre varios vehículos), un atropello o una salida de vía.
Factores de riesgo de accidentes en carreteras
Con el factor humano como principal causa de accidentes en las carreteras, lo cierto es que en todo siniestro participan diversos elementos de riesgo. Por ejemplo, el estado del vehículo o la calidad de la carretera o autopista en cuestión pueden revelarse a veces como causa última del incidente. Tampoco se pueden olvidar las condiciones meteorológicas o la excesiva aglomeración de vehículos que se da en ciertas fechas señaladas (inicios y retornos de períodos vacacionales, sobre todo). Con este panorama, los datos de la DGT indican que el exceso de velocidad está presente en uno de cada cinco accidentes de automóvil, con un 60 % de mortalidad. En caso de obstáculo imprevisto, el exceso de velocidad impide al conductor maniobrar adecuadamente, produciéndose situaciones de frenado brusco con el consiguiente impacto. Además, al reducir la velocidad de manera violenta se aumenta el peso de los objetos que se encuentran en el interior del vehículo, provocando lesiones que pueden ser letales, y se reduce la eficacia de los dispositivos de seguridad. En estos casos, el no haber respetado la distancia de seguridad es causa de un gran número de accidentes en carreteras todos los años. El alcohol, qué duda cabe, es otro de los principales causantes de accidentes en carreteras, dado que reduce la capacidad de atención y altera la percepción del conductor, generando todo tipo de desastres.
Accidentes en autopistas: menor número de muertes por siniestro
Las autopistas y las autovías son siempre una opción más segura para el conductor que las carreteras convencionales y secundarias. Y es que, según estudios recientes, el riesgo de muerte en accidentes en autopista se reduce en un 30 % con respecto al que existe en las carreteras convencionales. Además, en general, el accidente en autopista suele ser de menor gravedad. Hay que tener en cuenta, también, que el número de accidentes en carreteras duplica el de accidentes en autopistas y se triplican los casos de muerte. Con estos datos en la mano, es importante destacar que, principalmente a causa de la crisis económica, muchos conductores han vuelto a las carreteras convencionales, generando con ello mayor riesgo incluso al multiplicarse el tráfico y el peligro de colisión con otros vehículos. Aquí entran en juego factores de índole social y económica que no resultan fáciles de combatir. Pero la realidad es esa: las carreteras secundarias son más peligrosas debido a que sus intersecciones e incorporaciones se suelen encontrar al mismo nivel, tienen trazados antiguos y con frecuencia hay que invadir el sentido opuesto para adelantar: factores que, sin duda, aumentan el riesgo de accidente.
Puntos negros en las carreteras: tramos especialmente peligrosos
Estos son puntos de las carreteras con un alto riesgo de accidente, que todos los años llegan a concentrar un elevado número de colisiones con muerte. Con el objetivo de que desciendan los índices de accidentes en ellos, la DGT elabora un listado con estas localizaciones que sirve de advertencia a los viajeros, colocando en la zona una señal e instalando mecanismos de seguridad como los quitamiedos reforzados. Por ejemplo, la N-320 entre Madrid y Guadalajara se considera, por su alto número de accidentes, la carretera más peligrosa de España. Algo parecido sucede también con la N-634 de La Coruña, un tramo con mucho tráfico y un elevado índice de choques en una comunidad autónoma, Galicia, que lidera, junto con Cataluña y Asturias, la lista de regiones con puntos negros en carretera. Datos recopilados en 2016 han identificado hasta 1313 puntos negros a lo largo de la red de carreteras españolas, abarcando hasta 25 000 kilómetros de las mismas, con una media de 30 tramos por provincia. La presencia excesiva de camiones así como el trazado jalonado por curvas peligrosas o el exceso habitual de velocidad de los conductores son algunos de los aspectos que caracterizan a estas carreteras, que exigen una conducción atenta y precavida, y una mayor vigilancia por parte de las autoridades.
