Hablar de Lotus es hacerlo de un fabricante puro de deportivos. Todas sus creaciones son conocidas por su alto nivel de prestaciones, su exiguo peso y, sobre todo, las sensaciones que consiguen transmitir a sus afortunados conductores. Pues bien, ahora todas estas características y cualidades entran en una nueva dimensión: la de los eléctricos.
Sí, la firma de Hethel entra de lleno en la categoría de los vehículos con enchufe pero, como era de esperar, no lo hace como el resto de fabricantes. La británica llegará con toda la caballería (nunca mejor dicho) pues su Evija generará nada menos que 2.000 CV de potencia.
Descomunal
Una cifra de récord para un vehículo que está dispuesto a batir todos los registros. El primero, como decimos, ya lo ha pulverizado. Potencia que se acompaña de un par máximo de ojo, 1.700 Nm disponibles, como es habitual en los eléctricos, desde el primer golpe de pedal. Cifras que se acompañan de un peso contenido, marca de la casa, que en este caso asciende hasta los 1.680 kilos.
Puede que en comparación con otros modelos, muchos lo vean como un tonelaje excesivo, cuando lo cierto es que el Evija es bastante más ligero que otros rivales. También hay que tener en cuenta que parte de este lastre se debe, en parte, a las baterías. Desarrolladas por Williams Advanced Engineering, ofrecen una capacidad de 70 kWh lo que se traduce en un recorrido de más de 400 kilómetros, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta su potencial.
Como principal peculiaridad, la posibilidad de admitir cargas hasta de 800 kW, reduciendo el tiempo de espera hasta poco menos que los 20 minutos, o 12 si nos conformamos con el 80% de las mismas y lo conectamos a un cargador de 350 kW.
Casi de competición
Con un diseño que evoca al de los Fórmula E, este Evija cuenta con aerodinámica activa, un alerón posterior móvil y con una función similar al DRS, suspensiones con amortiguadores DSSV firmados por Multimac, frenos con discos carbocerámicos AP Racing, neumáticos Pirelli P Zero Trofeo R diseñados específicamente para él o un chasis monocasco elaborado íntegramente en fibra de carbono.
El aporte tecnológico lo dan, por un lado, los faros principales con tecnología láser y, por otro, los retrovisores exteriores mediante cámaras retráctiles que se ocultan cuando el vehículo está parado.
Un exterior impresionante que contrasta con un habitáculo minimalista, al más puro estilo de un monoplaza. Elaborado igualmente en fibra de carbono, conductor y pasajero se encontrarán con una pantalla central de tipo flotante que está secundada por las que muestran la información relativa a los retrovisores.
Pocos lujos para un vehículo que busca las emociones más primarias, algo que a buen seguro alcanzará gracias a sus poco menos de 3 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, seis para llegar a los 200 km/h y solo 9 para alcanzar los 300 km/h… todo ello sin desfallecer (Lotus asegura que el sistema permite ir a fondo sin interrupciones durante siete minutos) hasta alcanzar los 350 km/h de punta.
En resumidas cuentas, la llegada de Lotus al sector de los eléctricos no ha podido ser más espectacular. Ahora bien, si estás pensando en hacerte con uno, recula, porque la inglesa ha anunciado que solo fabricará 130 unidades cada una de ellas valorada… ¡en dos millones de euros!
