Hace unos días saltaba la noticia de que el Gobierno habría mandado un escrito a Bruselas asegurando que las principales arterias de nuestro país pasarían a ser de pago dentro del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. No obstante, parece que el rizo se está rizando aún más tras la reunión del Comité Técnico de Financiación de carreteras.
Formado por miembros del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), operadores de autopistas de peaje (Abertis), Jefes del Área de Concesiones de Comunidades Autónomas y consultores independientes, todo apunta que se habría puesto sobre la mesa la posibilidad de implantar peajes en las carreteras secundarias.
Sí, has leído bien. Es evidente que se necesitan nuevas fuentes de ingresos para mantener el buen estado de las vías en España y ejecutar las obras de nuevas carretera y el camino más rápido sería __convertir en vías de pago tanto las rápidas como las secundarias. __
El texto del propio Comité Técnico así lo asegura: “el modelo convencional de obtención de fondos para la financiación y gestión de las redes de carreteras en España, basado principalmente en la disponibilidad de recursos procedentes de los Presupuestos Públicos, el denominado ‘pago por el contribuyente’, está agotado y las primeras consecuencias son un creciente, y cada vez más evidente, déficit de conservación”.
Este tipo de vías goza todavía del beneplácito de cientos de miles de conductores quienes intentan evitar por todos los medios los peajes de algunas autopistas o simplemente por el hecho de que prefieren ir con menos agobios. No obstante, las carreteras secundarias también son un punto crítico para la seguridad vial ya que aglutinan la mayoría de accidentes en carretera que ocurren en nuestro país.
El Comité extendería el uso de peajes a estas carreteras para evitar su congestión e intentar reducir el número de accidentes, aunque también cabe recordar que las carreteras españolas tienen un b. Veremos en qué queda finalmente el asunto.