Saab la arrastró a la quiebra, pero esta marca centenaria ha renacido y volverá a producir

Tras solucionar los problemas legales que le impedían fabricar coches, Spyker volverá a producir deportivos artesanales.

Es una marca centenaria, pero los últimos años ha estado inmersa en graves problemas económicos que han provocado casi su desaparición. Decimos casi porque Spyker, después de años de incertidumbre financiera, ha anunciado que ha salvado su marca.

El fundador Victor Müller ha alcanzado un acuerdo para recuperar los derechos de propiedad intelectual de la marca neerlandesa, liberando a la marca de una seria de litigios que impedían que pudiera fabricar. Ahora, la intención es “volver a producir deportivos hechos a mano”.

Producir deportivos artesanales, el objetivo de Spyker

Spyker-C12-LaTurbie-2006

Han sido años de batallas legales que han mantenido al fabricante paralizado. Los derechos sobre el nombre, los diseños y las patentes estaban en poder de acreedores de antiguas filiales en insolvencia, lo que paralizaba cualquier relanzamiento.

Según el comunicado oficial de Spyker, se ha llegado a un acuerdo que permite a Muller y sus socios hacerse con los activos intangibles, como patentes y diseños, por una suma no revelada.

Con la marca “desbloqueada”, Müller ha indicado que Spyker centrará sus esfuerzos en recuperar su esencia: fabricar superdeportivos artesanales en vez de retomar los modelos antiguos.

Es una buena noticia para una marca que se percibe como de nicho, pero que tiene un pasado brillante y destacado en la industria. Los orígenes de Spyker se remontan al siglo XIX, cuando la firma comenzó fabricando carruajes y más adelante automóviles y motores aeronáuticos. Un ejemplo famoso es el Spyker 60 HP de 1903, un coche de carreras pionero con tracción en las cuatro ruedas.

La Spyker moderna fue relanzado en 1999 por Victor Müller y Maarten de Bruijn, con la ambición de recuperar el carácter artesanal, exclusivo y con inspiración aeronáutica.  Su primer prototipo fue el Silvestris V8, que inspiró el futuro Spyker C8, que llegaría en la década de los 2000.

De esas mismas fechas son modelos como los C8 Spyder, C8 Laviolette, versiones como el C8 Aileron, y ediciones experimentales como la C12 Zagato. También exploró conceptos más ambiciosos como el D8 Peking-to-Paris, un SUV de lujo de corte exótico diseñado para combinar rasgos de coche deportivo con una carrocería más voluminosa.

Spyker-D12-Peking-to-Paris

En 2010, Spyker adquirió Saab de General Motors, algo que se demostró un gran error: cuando Saab colapsó, Spyker también se vio arrastrada financieramente y en 2014 se declaró en quiebra, aunque prometió una reestructuración.

En 2021, la situación financiera volvió a agravarse y los fondos prometidos no se materializaron, sumiendo a la empresa en una nueva crisis y litigios por los derechos de marca, algo que parece haberse resuelto en este 2025.

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