Lo nuevo de Rolls-Royce vale 2,5 millones y ya se ha vendido todo
Rolls-Royce ha presentado la Phantom Centenary Private Collection, una edición limitada de 25 unidades que conmemora los 100 años del Phantom, el modelo que desde 1925 ha definido el lujo automovilístico.
Creado bajo el exclusivo programa de personalización Bespoke de la marca, este Phantom no es solo un coche; es una galería rodante que entrelaza un siglo de historia con artesanía sin parangón.
Se producirán solo 25 unidades de este museo rodante
 
            
Con un precio aproximado de 2,5 millones de euros por unidad (seis veces el coste de un Phantom estándar), estas 25 obras maestras, ya adjudicadas a clientes selectos, representan el cénit de la personalización. En un mercado donde el lujo se reinventa con tecnología y sostenibilidad, el Phantom Centenary Private Collection se mantiene fiel al espíritu de Sir Henry Royce: un vehículo que no solo transporta, sino que inspira reverencia, evocando la elegancia de los Phantom que llevaron a reyes, magnates y estrellas de Hollywood.
La peculiaridad más destacada de esta colección es su narrativa visual y táctil, que convierte cada unidad en un relato vivo de los 100 años del Phantom. El exterior luce un acabado bitono en Super Champagne Crystal y Arctic White, con partículas de vidrio iridiscente y el doble de escamas metálicas para un brillo tridimensional que captura la luz como una joya.
 
            
Las llantas, grabadas con 25 surcos concéntricos, simbolizan la exclusividad de la serie, mientras que el Spirit of Ecstasy, en oro macizo de 18 quilates, brilla como un faro de opulencia.
Los emblemas “RR” en oro y esmalte blanco, junto con la cubierta del motor en Arctic White con detalles dorados, refuerzan la estética de los años 30, cuando el Phantom II deslumbraba en las costas de la Riviera.
En el interior, el habitáculo es un museo: los asientos traseros, desarrollados durante 12 meses con un taller de moda, presentan una tapicería multicapa con 160.000 puntadas doradas y motivos impresos que narran la historia del Phantom, desde el showroom de 1925 hasta retratos abstractos de propietarios legendarios.
 
            
La “Anthology Gallery” en el salpicadero, con 50 aletas de aluminio impresas en 3D, simula un libro con citas históricas, mientras el techo Starlight Headliner recrea una foto de Henry Royce bajo un árbol de morera, con constelaciones y abejas de Goodwood. Los paneles de puertas en Blackwood, con marquetería 3D y hojaldre de oro, trazan rutas míticas del Phantom, como su travesía australiana de 4.500 millas.
Técnicamente, el Phantom Centenary se basa en el Phantom VIII, con un motor V12 biturbo de 6,75 litros que entrega 563 CV a 5.000 rpm y 900 Nm de par a 1.700 rpm, acoplado a una transmisión automática ZF de ocho velocidades y tracción trasera. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos, con una velocidad máxima limitada a 250 km/h.
 
            
El chasis de aluminio extruido “Architecture of Luxury” garantiza rigidez y un rodaje silencioso, mientras la suspensión neumática Airmatic con barras estabilizadoras activas y dirección en las cuatro ruedas ofrece una conducción flotante, digna de su apodo “alfombra mágica”.
Las 25 unidades, tras 40.000 horas de trabajo artesanal, incorporan innovaciones como un sistema de infoentretenimiento con navegación en realidad aumentada y controles hápticos en el volante, manteniendo la esencia analógica con cuero blanco, Alcantara carbón y detalles grabados con láser.




















