En el mundo del coleccionismo, hay coches que son rápidos y hay coches que son leyendas. El Porsche 911 Turbo S Lightweight pertenece, sin duda, a este último grupo. El próximo mes de enero los focos de la casa de subastas RM Sotheby’s apuntarán a una unidad en estado de concurso que promete alcanzar cifras astronómicas, estimadas entre los 2,25 y 2,75 millones de dólares.

Mucho más que un 911 convencional

A simple vista, para el ojo no entrenado, podría parecer un Porsche 911 clásico más de la generación 964. Sin embargo, el "Lightweight" (o Leichtbau) es una de las creaciones más puristas del departamento Porsche Exclusive Manufaktur. Concebido como la versión de calle del coche que dominó el campeonato IMSA Supercar de 1991, Porsche solo fabricó 86 unidades para todo el mundo.

Como su nombre indica, la clave de este modelo es la dieta extrema a la que fue sometido. Los ingenieros de Stuttgart lograron eliminar 181 kilogramos de peso en comparación con el Turbo S estándar de la época. Para lograrlo, se prescindió de elementos de confort, se reforzó el chasis y se utilizaron materiales ligeros, convirtiéndolo en un arma de precisión para el asfalto.

Rendimiento que desafía el tiempo

Bajo el capó, este 911 esconde un bloque bóxer de 3.3 litros con turbocompresor, optimizado con nuevos árboles de levas, inyectores de mayor flujo y una gestión del turbo revisada. El resultado son 381 CV, una cifra que en 1993 le permitía catapultarse de 0 a 100 km/h en solo 4,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 290 km/h.

La unidad que saldrá a subasta el próximo 23 de enero en Arizona es, posiblemente, una de las mejor conservadas del planeta. Acabado en un elegante Midnight Blue Metallic con un interior de cuero Bordeaux, este ejemplar ha pasado la mayor parte de su vida oculto en una colección privada.

Con apenas 633 kilómetros recorridas, el coche se presenta en un estado impecable. Los detalles marcan la diferencia: el vano motor luce un rojo brillante impecable y se entrega con todos sus accesorios originales, incluyendo los neumáticos de fábrica, manuales, kit de herramientas y el certificado de autenticidad de Porsche.

¿Inversión o placer de conducción?

El mercado de los Porsche clásicos refrigerados por aire no deja de subir, y el Turbo S Lightweight representa la cúspide de esa era. Su rareza, sumada a su bajísimo kilometraje, lo convierte en una pieza de inversión más que en un vehículo para uso diario. No obstante, para el afortunado comprador que decida ponerlo en marcha, este 911 ofrece una experiencia de conducción analógica que pocos superdeportivos modernos pueden replicar.

La cita en Arizona será el termómetro definitivo para medir el valor de la exclusividad de Porsche. ¿Logrará superar la barrera de los 3 millones?