Si ya de por sí este 911 es llamativo, debajo de ese espectacular y sobredimensionado alerón trasero, se esconde su verdadero secreto: un auténtico motor de Fórmula 1. La historia de este Porsche se remonta a la colaboración entre la marca de Stuttgart y la escudería británica McLaren de mediados de los 80.
Por aquel entonces, una época marcada por la contienda contra Williams y Brabham, con Ferrari al acecho, Alain Prost y un veterano Niki Lauda se repartían los campeonatos mundiales, con victoria para el austríaco en 1984 y para el francés en 1985 y 1986. Detrás de sus cuellos, aullaba el motor Porsche TAG V6 de 1,5 litros turbo.
Un motor que tiene el honor de ser la incursión más exitosa de Porsche en la F1. Y en este caso, no estamos hablando de una réplica construída en el siglo XXI con las mismas especificaciones de la época. Literalmente, el motor que esta unidad monta fue utilizado por Alain Prost en los grandes premios de Alemania 1986 y de Japón y Hungría de 1987, donde el piloto francés terminó en el podio. Es literalmente un coche con motor de Fórmula 1 para la calle. Su nombre, el Porsche 911 TAG Turbo.
Construido por Lanzante y civilizado por Cosworth
El aspecto exterior de por sí ya hará girar la cabeza a cualquiera que se gire con este restomod tan especial, pero, además, el interior está personalizado con cuero y tela de tartán verde y azul marina e incorpora un sistema de sonido moderno Porsche.
Pero nada hace sombra a lo que hay bajo el capó trasero: el motor TTE P01 del McLaren TAG de los 80, que superaba los 1000 cv holgadamente, una bestia salvaje y para la que el mundo real de las duras carreteras, los semáforos y los pasos de cebra no está preparada.
Por ello, Lanzante encomendó a Cosworth que domara el conjunto, instalando pistones nuevos, válvulas, turbocargadores, refrigeración y escape. Además, un enorme intercooler personalizado aparece embutido en la carrocería, dotándole de esa parte trasera tan diferencial.
Las cifras que arroja el conjunto son de unos 510 caballos capaces de propulsar a este trueno color dentífrico a unos impresionantes 320 km/h. La potencia se transmite a través de una caja de cambios manual de seis velocidades. Además, el coche está prácticamente nuevo, con sólo 311 kilómetros en el odómetro y una puesta a punto de Lanzante en marzo de este mismo año.
En total, el motor TAG-Porsche pesa 130 kilos menos que el bóxer de 6 cilindros del 930 original, y la carrocería, construida en fibra de carbono, hace que en total el peso del vehículo sea cerca de 200 kilos inferior a un 930 de la época.
La exclusividad, como siempre, se paga
Sólo se han fabricado 11 unidades del 911 TAG Turbo, lo que le convierte en un objeto de deseo tremendamente exclusivo. Sin embargo, la exclusividad en este tipo de piezas de ingeniería no sale nada barata. Si quieres hacerte con esta rareza, el agujero que hará a tu cuenta corriente puede rondar los dos millones de dólares, según estima Sotheby’s que alcanzará este ejemplar en la subasta de Monterey. Pero con ese dinero estás pagando conducir por tu calle un pedacito de historia de competición de más alto nivel.
Tendrás tras la puerta de tu garaje una herramienta de trabajo de Alain Prost, uno de los mejores pilotos de todos los tiempos. Y todo, sabiendo que sólo hay otras diez personas en todo el mundo con algo parecido a este Lanzante 911 TAG Turbo, pero no exactamente igual. Y si tenemos en cuenta todo esto, es hasta barato.
