Crónica de una muerte anunciada. Ese podría ser el macabro titular de un evento que tras virtualizarse en su edición de 2020 por culpa de la pandemia del COVID-19 no se celebrará en la primavera de 2021. Nos referimos claro está al Salón Internacional de Ginebra. La cita automovilística más importante del Viejo Continente se cancela de manera definitiva por el Comité organizador.
Los motivos, principalmente, tres. El primero, el duro golpe económico que sufrió este año con unas pérdidas que se estima alcanzaron los 11 millones de francos suizos (algo más de 10 millones de euros al cambio). El segundo, la negativa por parte de muchos fabricantes de acudir a la cita de 2021 tras la encuesta realizada por la organización. Y tercero, que desde la Fundación no se aseguraban que la situación sanitaria permitiera la organización de un evento que reúne a más de 600.000 visitantes y 10.000 periodistas de todo el mundo.
El resultado por tanto, el esperado: el Salón de Ginebra de 2021 se cancela, dejando al cantón de Ginebra sin unos ingresos anuales de casi 200 millones de euros… al menos en lo que se refiere a la parte organizativa actual. Porque el futuro más inmediato pasa por las manos de la sociedad Palexpo SA, a quien la Fundación ha decidido transferir los derechos del Salón con el objetivo de encontrar una solución que permita la organización regular de un salón del automóvil internacional en Ginebra.
Pero como decimos, esta decisión no solo deja en el aire la celebración de un posible Salón de Ginebra de 2021 o, incluso, de 2022, sino que aumenta la incertidumbre en lo que a la celebración de estos eventos se refiere. Más cuando los fabricantes ya han mostrado su negativa a participar en dicha edición y, sobre todo, tomando como precedente que en los últimos años muchos de ellos preferían organizar un evento paralelo y privado en el que mostraban sus novedades, acaparando todo el protagonismo que un Salón Internacional no les brinda.
