Ha pasado mucho tiempo, pero al fin se ha presentado de manera oficial el De Tomaso P72 definitivo, un superdeportivo impulsado por un motor V8 de origen Ford, cuya estética sigue siendo tan impresionante como el prototipo que deslumbró en Goodwood 2019. ¿Que no te suena De Tomaso? Es un fabricante de automóviles fundado en 1959 en Italia por un hombre argentino, de apellido homónimo, enamorado del mundo del automóvil. Su compañía diseñó y construyó prototipos de coches de carreras, incluyendo un monoplaza de Fórmula 1 para la escudería Williams. Esta marca pasó recientemente por la bancarrota, pero se ha recuperado.
¿Joya o vehículo? Así es el nuevo De Tomaso P72
Con una silueta voluptuosa que fusiona lo clásico con lo contemporáneo, el P72 es una rara avis entre tanto todocamino de altas prestaciones. Se trata de un deportivo tan tradicional como auténtico. No obstante, será muy difícil cruzarse con uno: únicamente se fabricarán 72 unidades, cuyas primeras entregas están previstas a finales de este mismo año 2025. Aunque su precio exacto no se ha hecho público, la mayoría de fuentes cercanas a De Tomaso estiman que partirá de 1,6 millones de euros (como un piso de 90 M2 en Madrid dentro de muy poco).
Este modelo no continúa la estirpe de los míticos Pantera o Mangusta, sino que rinde tributo al P70, un prototipo de carreras desarrollado en 1965 por el propio Alejandro de Tomaso junto al legendario Carroll Shelby. Este se retiró del proyecto para centrarse en el Ford GT40, mientras De Tomaso siguió adelante con su sueño. No obstante, sin éxito en pista, el desarrollo se acabó cancelando al año siguiente y varias piezas se reutilizaron en el citado Mangusta (1967-1971).
El diseño del P70 fue obra de otro célebre, Peter Brock, mientras que el del nuevo P72 lo firma Jowyn Wong, un joven que ha sabido reinterpretar y amplificar sus formas, adaptándolas a los tiempos actuales. El resultado es un coche con presencia funcional, pero también artística, que lo acerca, realmente, al término de joya: un objeto (en este caso máquina) digno de admirar.
Esto queda igualmente argumentado cuando se visualiza el interior. Y es que su habitáculo impresiona por sus detalles metálicos, así como su tapicería en cuero auténtico y acolchado. Un estilo retro se refleja en sus mandos, inspirados en épocas pasadas, y en sus relojes de aguja, mientras que el enfoque analógico continúa y se redondea con un cambio manual de seis relaciones, mecanismo visible y grupo corto.
Lo más llamativo, quizá, es que aquí dentro no hay pantallas. Si necesitas una conexión digital, hay un soporte para el móvil y eso es todo. Tampoco hay diferentes perfiles de conducción: la potencia está siempre disponible de la misma manera. Eso sí, la suspensión de tipo push-rod, es ajustable, pero requiere intervención manual.
El coche fue concebido con un chasis prestado por Apollo, marca que comparte propietario con De Tomaso desde 2015: Norman Choi. Sin embargo, se optó un poco más tarde por una base nueva, cuyo desarrollo, a causa de la pandemia, retrasó el proyecto seis años. El chasis definitivo es un monocasco que se ha fabricado en una única pieza de fibra de carbono, lo que aporta mayor rigidez y menor peso. También la carrocería es de carbono y, como curiosidad, puede dejarse sin pintar si el cliente así lo desea.
En cuanto al sistema de propulsión, lleva instalado un motor de gasolina V8 de 5 litros con un compresor que entrega hasta 700 CV de potencia y 820 Nm de par. Se trata del famoso bloque Coyote del Ford Mustang, pero debidamente modificado por es especialista Roush. Esto no es casual: los De Tomaso originales de hace varias décadas también montaban motores Ford e incluso la marca fue suya durante algún tiempo. Sobre sus prestaciones, todo especulaciones, pero tendría sentido, tratándose de un coche manual y con un único eje motriz (el posterior), aunque bastante ligero, que acelerase de 0 a 100 km/h en menos de 3,5 segundos y alcanzase una velocidad punta muy superior a los 300 km/h.
Por otro lado, HWA, la empresa alemana creada por uno de los fundadores de AMG, también ha colaborado en la puesta a punto y será la encargada de su fabricación, casi integramente artesanal. La primera unidad que salga de sus instalaciones servirá para certificaciones y no contará entre las 72 oficiales, todas ellas con carrocería cerrada. Con todo, De Tomaso ya ha sugerido la posibilidad de versiones descapotables o incluso una aún más salvaje: el P900. ¿Será esa cifra una referencia a su potencia expresada en CV? Viendo los datos de rendimiento de los superdeportivos modernos, es posible.
