Bentley presenta tres coches únicos que son dignos de un museo
Muchos sostienen que algunos coches son verdaderas obras de arte. No les falta razón, pero al mismo tiempo, no son muchas las colaboraciones que realizan los fabricantes con el mundo del arte.
Bentley, con su enfoque de exclusividad, no ha dejado pasar la oportunidad y ha transformado su Continental GT en tres obras de arte rodantes para celebrar el legado de los grandes maestros holandeses del siglo XVII: Rembrandt van Rijn, Johannes Vermeer y Vincent van Gogh.
Estas tres unidades únicas, creadas por el departamento Mulliner, la división de personalización de Bentley, no son meros “one-off”; son interpretaciones automovilísticas de la luz, el color y la emoción que definieron a estos pintores.
Cada vehículo incorpora técnicas artesanales inéditas, como bordados que replican pinceladas o chapas de oro aplicadas a mano. Con un precio confidencial que supera los 500.000 euros por unidad, estos Continental GT no se venden al público general; son encargos para clientes selectos que buscan no un coche, sino una pieza de historia.
Bentley homenajea a los grandes pintores holandeses
Los tres modelos comparten la base técnica de la última entrega del Continental GT Convertible Speed. Hablamos de un motor W12 biturbo de 6.0 litros que entrega 659 CV y 900 Nm de par, acoplado a una transmisión automática de doble embrague de ocho velocidades y tracción total activa, que les dota de una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y una velocidad máxima de 335 km/h.
El Continental GT Convertible Rembrandt se inspira en la maestría lumínica de Rembrandt, especialmente en su uso del claroscuro. Su exterior en Verde Cypress metálico con acentos dorados evoca los tonos terrosos de sus retratos, mientras el interior presenta cuero Beluga con bordados en hilo de oro que replican las pinceladas de "La ronda de noche". Una peculiaridad única es la aplicación manual de hoja de oro de 24 quilates en el salpicadero y las molduras, creando efectos de luz que cambian según la incidencia solar. El emblema "Rembrandt" grabado en los umbrales y el reloj Mulliner con esfera inspirada en sus autorretratos completan un habitáculo que Bentley describe como "un estudio de luces y sombras rodante".
El Continental GT Vermeer, homenaje a la serenidad y precisión de Johannes Vermeer, adopta un azul Delft profundo, inspirado en "La joven de la perla", con detalles en blanco perla. El interior, en cuero Linen y Navy, incorpora bordados que imitan las texturas de sus lienzos, con motivos geométricos en los asientos que evocan la perspectiva perfecta de Vermeer. Su peculiaridad radica en el uso de perlas cultivadas incrustadas en los controles del climatizador y el volante, simbolizando la perla icónica de su obra maestra, y una iluminación ambiental que recrea la luz natural de sus interiores domésticos. El techo convertible en azul marino refuerza la atmósfera contemplativa.
Finalmente, el Continental GT Van Gogh captura la pasión cromática y expresionista de Vincent, con un exterior en Amarillo Sunflower, el tono dominante en sus girasoles, con espirales turquesas que replican "La noche estrellada". El interior, en cuero Hotspur y Camel, presenta bordados que imitan las pinceladas gruesas de Van Gogh, con un techo estrellado Starlight Headliner que proyecta constelaciones dinámicas. Su peculiaridad es el uso de pigmentos especiales en la pintura que cambian de tono según la luz, evocando los colores vibrantes del pintor, y un sistema de sonido Naim que incluye una playlist curada con música de la época de Van Gogh.
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