Pero, a día de hoy, este futuro no ha llegado a convertirse en presente, y los fabricantes alemanes de primera calidad (salvo BMW con el i3) se mueven lentamente y han visto con recelo cómo la marca británica Jaguar les ha pasado de largo. Desde este mismo mes de julio, el I-Pace llega a los concesionarios y abrirá un segmento con el SUV de gama media que promete un gran crecimiento en electromovilidad en todo el mundo. Jaguar comenzó hace cuatro años este proyecto desde una hoja de papel en blanco, el mayor miedo de todo desarrollador y diseñador. Debido a que el objetivo era simplemente "hacer un coche eléctrico sin compromisos", se pudo hacer caso omiso a las plataformas ya existentes. Gracias a esta libertad a la hora de construir, el I-Pace está perfectamente equilibrado sobre sus grandes ruedas, tiene una distancia entre ejes generosa de tres metros con una longitud total de sólo 4,68 metros (como es habitual en las berlinas de lujo), cuenta con dos motores eléctricos de funcionamiento independiente sobre los ejes delantero y trasero y, además, presenta una distribución del peso ejemplar del 50:50. Pero eso no es todo.
Al mismo tiempo, los ingenieros han podido dar al I-Pace la carrocería de aluminio más rígida de todos los modelos Jaguar y Land Rover, un importante requisito previo para una dinámica de conducción precisa. Debido a que la batería, situada bajo el suelo del vehículo, pesa más de 600 kilogramos y hace que el centro de gravedad del I-Pace descienda masivamente, se produce un efecto positivo en el comportamiento de conducción en las curvas, al menos teóricamente.
La primera prueba de conducción con el I-Pace sobre las carreteras de montaña portuguesas demostró lo bien que funciona, tanto en la teoría como en la práctica. Los dos motores eléctricos de 400 CV envían casi 700 Newton metros de par a los ejes prácticamente desde parado. De hecho, ni siquiera la cifra de aceleración de 4,8 segundos de cero a 100 km/h refleja realmente el rendimiento de este SUV. No le hace justicia ninguna. Hay que experimentar esto por uno mismo.
Es casi increíble lo preciso y manejable que es este Jaguar pesando más de dos toneladas. Fluye literalmente a través de las curvas, se siente ligero, ágil y potente y acelera a cada curva con confianza, sin ruido y suavemente. Además, el sistema de dirección es de lo más preciso y directo, en conjunción con un chasis de tarado más bien cómodo que, llegado el caso, incluso está disponible con suspensión neumática por un recargo adicional.
Este coche es realmente adictivo. Según el director del proyecto, Dave Shaw, "tomamos la S de las siglas SUV literalmente y le dimos al I-Pace un carácter muy deportivo".
Pocos argumentos (para no comprarlo)
Después de una primera prueba de conducción, los interesados en el Jaguar I-Pace tendrán dificultades para encontrar argumentos por los que descarten realizar la compra. Por supuesto, el precio de entrada de 79.100 euros es alto y con algunos extras todavía puede subir alrededor de 15.000 euros más. Sin embargo, es un precio relativamente asequible comparado con los SUVs convencionales con aproximadamente el mismo rendimiento. Cuestan casi lo mismo sin ofrecer nada en términos eléctricos. Según el Director de Desarrollo Wolfgang Ziebart."en el segmento de los coches compactos, por ejemplo, la diferencia entre un motor de gasolina y un motor eléctrico puede llegar a ser del cien por cien".
En el puesto de conducción, el I-Pace es totalmente digital y su aspecto general es de un coche ultramoderno. Hay instrumentación virtual detrás del volante de cuero, una gran pantalla táctil en el centro del salpicadero y otra más abajo para gestionar funciones básicas como el aire acondicionado. Sin embargo, hay que acostumbrarse un poco, porque no todo es demasiado intuitivo. A esto se añade la reacción a veces lenta en la pantalla después de haber presionado alguno de los elementos del menú. Esto debería compensarse con la excelente posición del asiento – son los asientos del F-Pace - y la apariencia del material de alta calidad. También para los acompañantes en la parte trasera no hay razón alguna para quejarse, porque incluso las personas de 1,90 metros tienen suficiente espacio para las piernas aquí.
Por su parte, el maletero ofrece 656 litros de capacidad, los cuales pueden ampliarse hasta los 1453 litros abatiendo los respaldos de la fila posterior. Es extraño, pero al ver el coche desde fuera no parece que vaya a poder ofrecer tantísimo espacio interior.
De Hamburgo a Berlín, o de Madrid a Valencia
El conductor del I-Pace tendrá que responder a la pregunta obligatoria de los curiosos sobre si la autonomía anunciada de 480 kilómetros (según WLTP) es real o no. Como decíamos antes, bajo el suelo del coche se esconde una batería con capacidad de 90 kWh y lo cierto es que, si se utiliza la electricidad con moderación y no se circula rápido, se puede cubrir esta ruta en la vida diaria. Por supuesto, la autopista no es el escenario más conservador en términos de ahorro, y en esta situación el alcance se reduce a unos 350 kilómetros, lo cual hace posible un viaje entre Hamburgo y Berlín o entre Madrid y Valencia, por ejemplo.
Por lo que respecta a la carga, Jaguar ofrece al propietario de I-Pace una aplicación de tipo "plugsurfing", que da acceso a más de 60.000 estaciones de carga en toda Europa y los primeros 30 minutos de carga son gratuitos. Para tener una referencia de la velocidad a la que se puede recargar, el tiempo de espera con un cargador de 100 Kw es de 40 minutos para llegar al 80%, mientras que con un wallbox de 7,2 kW el tiempo es de unas diez horas.
