Más allá de la electrificación que está sufriendo el sector del automóvil es evidente que estamos en un mundo completamente digitalizado. La muestra de ello, el interior del Mercedes-Benz EQS que acaba de ser desvelado y en el que carece por completo de botones físicos. En su lugar, una gigantesca pantalla curva de nada menos que 56 pulgadas que con su 1,41 metros ocupa todo el tablero de instrumentos dando más la sensación de que estamos en la cabina de un transbordador espacial que en la de un coche.
Existen dos opciones de configuración. La más despampanante recientemente comentada que ha sido bautizada como Hyperscreen y que fusiona las tres pantallas bajo una misma estructura: el cuadro digital de 12,3 pulgadas, la central con tecnología OLED de 17,7 pulgadas y otra de 12,3 pulgadas también OLED colocada frente al copiloto. No obstante, de serie se propondrá una configuración más clásica, al estilo del actual Clase S, es decir, un cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas y otro monitor central vertical de 12,8 pulgadas con estructuras separadas.
Independientemente de cuál se escoja, siempre estará adherido al software MBUX de nueva generación que no solo responde al comando “Hey Mercedes” sino que incluye Inteligencia Artifical para facilitar la interacción con el entorno. Entre algunas de las especificaciones del sistema están los 8 núcleos de CPU, los 24 GB de RAM y 46,4 GB por segundo de ancho de banda de la memoria RAM.
Además, el Mercedes-Benz EQS está equipado con cámaras de reconocimiento facial situadas en el cuadro de instrumentos que se emplean, principalmente, para las funciones de seguridad y asistencia al conductor mediante control biométrico. También posee de serie un escáner de huellas dactilares para la autenticación del controlador.