Desde principios de año Mazda decidió retirar de su configurador el CX-3. Muchos empezaron a elucubrar que dicha decisión se daba por un tema medioambiental y que a tenor de la renovación sufrida por el Mazda 2, seguramente viéramos cómo el SUV más pequeño de la firma nipona sumaba la micro-hibridación.
Pues bien, han acertado a medias. Por un lado, Mazda sí lo ha renovado, ligeramente, pero acaba presentar el CX-3 2020; y sí, también ha mejorado su eficiencia mecánica. Sin embargo, lo ha hecho sumando el sistema de desconexión de cilindros y no mediante la microhibridación.
Tecnología que ahora pasa a estar disponible con el motor de gasolina de acceso, el 2.0 Skyactiv-G y siempre que se le asocie la transmisión manual de seis relaciones. Con ella, Mazda asegura que se han reducido en un 14% tanto el consumo como las emisiones de CO2 en ciclo mixto. El resto de versiones se mantienen intactas pudiendo elegir así mismo por el gasolina de 150 CV o el diésel de 115 CV, por transmisiones manual o automática e incluso por la tracción delantera o total.
Mejoras en el equipamiento
En lo relativo a la funcionalidad, el Mazda CX-3 2020 introduce mejoras relacionadas con el equipamiento. De serie toda la gama pasa a tener conectividad con Android Auto y Apple CarPlay (antes estaba limitada al acabado Zenith); mientras que el nivel Evolution incorpora llantas de 18 pulgadas o la radio digital DAB. Mazda ya ha abierto la comercialización de esta ligera actualización que está disponible desde un precio de partida de 18.861 €.
