Si Alec Issigonis pudiera volver a diseñar hoy el MINI classic, estamos convencidos de que el icónico coche tendría un motor eléctrico. Al menos este es el proyecto que lleva en liza nada menos que cuatro años. Pensado antes incluso de que la firma británica presentara en el Salón de Nueva York su primer MINI Electric, una vez este se comercializó vieron que la acogida fue tal que decidieron crear el proyecto MINI Recharge para brindarle la oportunidad a los propietarios de un MINI Classic de tener un coche del pasado con un bloque del futuro.
Porque lo que se hace no es otro proceso que sustituir el bloque de combustión meter otro eléctrico de 90 kW (120 CV) en el mismo hueco. El depósito de combustible se sustituye, a su vez, por una batería de alto voltaje que puede cargarse en tomas hasta de 6,6 kW ofreciendo una autonomía de 160 kilómetros. El objetivo no es otro que prolongar la vida de un vehículo de esta ‘edad’.
De hecho, durante la conversión solo se realizan cambios reversibles en el fondo del vehículo. El manejo, totalmente cuidadoso, del patrimonio histórico es una parte importante e imprescindible dentro de este concepto porque la intención es que todo pueda a volver a ser como antes si el cliente así lo desea. Tanto es así que el motor original de cada vehículo se marca y se almacena para poder reutilizarlo en caso de un futuro reequipamiento del coche. Además, cada MINI Classic eléctrico de MINI Recharged recibe el característico cuadro de instrumentos central, usado desde sus primeros tiempos, que ahora muestra la temperatura de conducción, la marcha seleccionada, la autonomía y la velocidad.
De esta forma los fans y dueños de los MINI Classic obtienen una experiencia de conducción totalmente nueva: una transmisión silenciosa con aceleración instantánea y la posibilidad de entrar en las zonas de conducción eléctrica o de bajas emisiones de muchas grandes ciudades, que de otro modo serían inaccesibles con un motor de combustión. Porque el MINI Classic eléctrico puede circular por Oxford Street o Piccadilly Circus en Londres, y volver a formar parte del paisaje urbano, sin que el conductor tenga que pagar previamente un impuesto medioambiental. Además, la conversión del clásico en eléctrico no precisa una nueva matriculación. Damos este ejemplo porque de momento dicha reconversión solo se está produciendo en territorio inglés.
