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Trabant

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El Trabant era una de las posesiones más preciadas de la Alemania Oriental en los años de la Guerra Fría. Se trataba de un vehículo cuya carrocería estaba hecha de dos materiales incapaces, a priori, de formar parte de la estructura de un automóvil: algodón y resina. Pero no sólo fue el primer coche de carrocería sintética, también llegó a ser campeón de muchos rallyes internacionales, desbancando a vehículos de Renault, Volkswagen o Peugeot en los años 60 y 70. Hoy día el Trabant es una pieza muy codiciada en el mercado de segunda mano.

En 1945 todo lo que no quedó destruido durante la guerra fue confiscado por la URSS. También la maquinaria que quedó en las fábricas de Zwickau, Sajonia, donde se hallaban los centros de Horch y de Audi, dos fabricantes de coches de lujo y utilitarios, respectivamente. Ambos se habían fusionado y pertenecían al Grupo Auto Unión. Cuando acabó la II Guerra Mundial, Zwickau quedó en la zona del Este, gobernada por los comunistas y, a su vez, por la IFA, que era el grupo gubernamental del Estado que controlaba la producción.

Un nuevo material para suplir el acero

En Alemania oriental era imposible encontrar acero, pues pesaba un embargo en la RDA por parte de Occidente. Así que, dado que la fabricación de automóviles era un sector estratégico para el país, y no sólo para el abastecimiento de sus habitantes, sino para la exportación y la consecución de divisas, el gobierno alemán encargó a un grupo de ingenieros la búsqueda de un material que supliera al tan cotizado metal.

Duroplast: el material del Trabant

Tras unos primeros experimentos fallidos con cartón y resina, los ingenieros alemanes buscaron una alternativa con los medios que tenían a su alcance. Existía una fibra de algodón muy barata procedente de Rusia sin utilidad alguna, pues no podía teñirse, así que se intentaron algunas combinaciones de este material con una resina especial. Al mezclar ambos componentes y aplicar una presión de 40 kg por centímetro cuadrado y calentar el resultado a 170° se conseguía un material que con el tiempo se hizo mundialmente famoso: el Duroplast. Las pruebas eran altamente secretas, y los ingenieros contaban con medios realmente precarios para comprobar la resistencia de los materiales.

El Trabant P 50 o UR Trabant

Hacia 1954 el desarrollo de la carrocería sintética estaba ya muy avanzada. Se crea el prototipo del P 50, el también llamado UR Trabant, que va montado sobre un chasis de acero. No obstante, existen dificultades técnicas y de ensamblaje , así que se decide crear un modelo provisional. Para ello recurren al chasis del antiguo IFA F8, cuya maquinaria de fabricación todavía conservan. Todo este proceso formaba parte de un proceso secreto debido a la oposición de las autoridades.

En 1955 se consiguen los permisos y se lanza el P-70, el primer coche del mundo con una carrocería sintética. Entre 1955 y 1959 se fabricaron unos 36.000 unidades del P 70 en Zwickau de tres modelos: sedán, familiar y coupé.

Trabant, compañero

Una vez más, y por empeño de los ingenieros en 1958 se fabrica el Trabant P 50 o simplemente Trabant, del latín, compañero. Justo en ese mismo año, Audi y Horch se habían unido, tomando el control de la fabricación de este vehículo, pero los problemas internos no eran pequeños.

Hacia 1964 consiguen lanzar otra versión, esta vez el Trabant 601. Debido a la escasa capacidad del sistema económico y productivo, sólo se autorizaba y se proporcionaba presupuesto para 12.000 unidades al año, a pesar de que la demanda era inmensamente superior. Paulatinamente las autoridades ordenaron muchos más. Primero 50.000, después 70.000, más tarde 80.000, pero el presupuesto nunca llegó a aumentarse, porque lo que la situación era insostenible.

El Trabant vence en todos los rallyes internacionales

El Trabant se hizo famoso por obtener victorias en prácticamente todos los rallyes en los que competía. Las pruebas se ganaban gracias a los buenos pilotos, pero también merced a las condiciones del Trabant, que competía con vehículos de su categoría en la categoría de 850 cc de la marcas BMW y otros utilitarios de éxito en Europa Occidental.

Los éxitos en las carreras dieron lugar a un aluvión de peticiones del Trabant. Las listas de espera superaban hasta los 14 años. El coche se vendió en Holanda, Polonia, Hungría, Islandia, Austria, Bélgica... llegó a ser un vehículo muy popular. Su precio alcanzaba los 8.000 a 10.000 marcos de la RDA ? si el dueño contaba con documentación en regla? o hasta los 20.000 si quería conseguirlo a través del mercado negro.

El Trabant contaba con un motor de 2 cilindros, tracción delantera y eje flotante. Estaba diseñado con sencillez, con el fin de que sus propietarios fueran capaces de reparar por sí solos cualquier avería.

Trabant P 603, primer prototipo de de tres puertas

Se llegó a desarrollar el Trabant P 603. Según algunos de sus creadores, el diseño de este coche, que llegaría a ser el primero de 3 puertas, comenzó en 1969, adelantándose así a las casas Renault y Peugeot, que lanzarían el R 5 y el Peugeot 104 en 1972. Era muy avanzado para su época, pero su desarrollo quedó truncado por las autoridades, que prohibieron su fabricación.

En 1989, y tras la caída del Muro de Berlín, los Trabant se siguieron fabricando durante unos meses (hasta 1991) bajo la dirección de Volkswagen. El último de ellos salió directamente de la cadena de fabricación a un museo. Su valor se depreció rápidamente. En total se fabricaron unas 3 millones de unidades.

Curiosamente, hoy día el Trabant vive un renacer en el mercado de segunda mano, también en España. Muchos aficionados al tunning adaptan el coche y ofrecen modelos muy cuidados, que son están muy cotizados, sobre todo en función de su estado de conversación y de si están o no matriculados en España.